martes, 23 de diciembre de 2014

Factoría de sueños


Hola a todos,

Esta vez me toca hablar de karate, para los que me conocéis ya sabéis que es el deporte que practico desde los cuatro años y que me ha dado muchos momentos que no olvidaré jamás, algunos buenos y otros no tanto. 

Esta vez el momento ha sido uno de los que no olvidaré fácilmente, quizás porque sea el final de un camino o mirándolo desde otro lado, el comienzo de uno nuevo pero caminado con zapatos distintos (yo me comprendo a mí mismo, no os preocupéis XD).

Los últimos meses han sido duros entrenando, varios compañeros nos examinábamos de paso de grado y el devenir normal de las clases se ha convertido en unos entrenos especializados en el examen de cada uno. Por mi parte tuve la suerte de asistir a un compañero que se examinaba para tercer dan y que otro compañero me hiciera lo propio para preparar mi examen del mismo grado. Con el paso de los días he visto como compañeros que se preparaban el cinturón negro o el primer dan crecían en fuerza y convencimiento de que el paso era posible e incluso yo mismo me he ido llenando de energía para dar el máximo el día del examen.

El día del examen fue especial, el que el tribunal estuviera presidido por mi maestro de toda la vida, Fernando Rosuero, no lo hacía más fácil. Fernando es maestro, es karateka, es amigo... pero evaluándote mientras realizas un ejercicio delante de él sigue siendo aquel maestro que cuando te llamaba siendo bien niño para subir "a la clase de los mayores" se te ponían de corbata porque eso significaba que estabas bajo la tutela "del mejor".

Empezamos a calentar a las 17 de la tarde y terminamos el examen cerca de las 20:30, la alegría por mi parte fue inmensa. No es tan sólo subir de grado, si no la sensación del trabajo bien hecho, de poder plasmar delante de quien quieres, lo que eres y como entrenas, en fin... una verdadera experiencia por la que vale la pena pasar sin ninguna duda. Agradecer a mi Tori (Gustavo) los días de entrenamiento, y el examen que nos marcamos, del que estoy muy orgulloso. 

A partir de ahora a trabajar duro, a disfrutar del grado y a demostrar que uno es tercer dan no de cinturón, si no de corazón.

La cena de después para celebrarlo fue estupenda :D

Un abrazo muy fuerte a todos y Feliz Navidad.

Toño

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