Lo prometido es deuda. Así que a continuación os relataré, lo mejor que pueda, cómo vivimos los cinco locos vuvuzélicos la subida al Veleta que aconteció el día 8 de Julio como colofón a la cicloturista Sierra Nevada Límite 2012.
La mañana del 8 de Julio se levantó fresquita y el dolor de piernas del día anterior se hacía notar, no obstante las ganas de vencer al coloso que nos desafiaba desde el punto más alto al que nuestra vista nos llevaba eran enormes. Aquí el que escribe tenía algo más de miedo que el día anterior (si cabe), que si es la subida más dura de España (supongo que por longitud se refieren), que si es una de las subidas más duras de Europa,... Pensar que se suben casi diez kilómetros más que en el Portalet me llevaba a pensar en regular y guardar desde un principio, sobretodo tras la paliza del día anterior.
En la salida las caras eran divertidas, otras un poema, pero lo que más reinaba era la sensación de que allí, en Granada, toman esta subida como referencia de "como andas"... pues iban a flipar con los "maños"!. Ya antes de empezar nos comentan que en la meta dan rachas de más de 100km/h por lo que han decidido bajar un poquito la meta, genial y yo con mis ruedas de perfil, "que más da si vamos a ir tranquilos no?", eso me dijeron mis amigos...
Salida neutralizada desde Cenes de la Vega a Pinos Genil y comenzamos a subir, la marcha comenzaba dura, mono y kenny se lanzan a la aventura por delante (ya no los volvimos a ver hasta la meta), mientras el comando vuvuzélico y yo mismo hacíamos grupeta atrás (gracias a Dios). El terreno era el más duro de toda la subida, pero lo conocíamos del primer día de reconocimiento, unos seis kilómetros...al 8 - 9 % sin apenas descanso donde la gente se lanzaba como misiles hacia arriba. Más tarde alguno lo pagaría, tal y como nos contaron los "escapados" de nuestro grupo.
Salimos a la nacional y subimos dirección a Pradollano, el tramo es algo más suave y tendido pero da tiempo a sufrir de lo lindo. Aquí comenzamos a echar fotos, tocar la vuvuzela, cantar, gritar y la gente que ya nos conocía del día anterior se unen a nosotros en nuestra particular fiesta. Hasta un portugués al que le recordamos unas cuantas veces que habían perdido la Eurocopa reía con nosotros.
Hasta en las rampas más duras daba para hacer fotos.
Las vistas conforme se sube son espectaculares, Granada se va haciendo pequeñito y tu, que esta subida ya te la conoces del día anterior piensas que si este es el tramo "suave", qué es lo que te espera más arriba?.
Poco a poco pasan los kilómetros, las caras se afilan, los cuerpos se levantan y la carretera se pega. No se sube por la nacional hasta arriba sino que tomamos el mismo desvío que el día anterior para subir "por detrás" hasta casi Pradollano, y digo casi porque esos tres kilómetros llanos favorables finales hasta la estación, que esperaba el redactor del blog como "agua de Mayo" para respirar y descansar nunca llegaron, ya que antes te desvían para comenzar la verdadera subida, la que nos llevará hasta el pico Veleta.
Y subíamos... y la carretera serpenteaba, y todo se hacía más pequeño girando la vista atras, y las piernas comenzaban a sentir la pendiente como si no hubiéramos dejado de subir desde que llegamos a Granada.
Tomamos el desvío final y las vuvuzelas se envainaban (veáse detalle en la foto), ahora ya empezaban las palabras mayores, sin embargo no dejamos de bromear en ningún momento, haciendo gala del apodo que nos ganamos por aquellos lares, seguro que alguno aún se acuerda de los "maños locos" que vinieron a Granada y se apuntaron a las dos cicloturistas.
Ganando altura.
De repente, tras el último avituallamiento donde cargamos bien las alforjas naturales, Kike decide probar suerte y abandonarnos frente al viento, Santi lo mira entre extrañado y un "ande vas" y yo trato de mantener mi ritmo, no estoy para locuras y esa es "mu grande". El viento pega de costado fuerte de verdad, en cada curva se nota justo al cogerla y se ve más de uno que hace esfuerzos para no caerse de la bici, de hecho vimos como al bajar a una chavalica una ráfaga de viento la tumbaba en plena curva bici y todo incluida. En esos momentos la paciencia es lo que prima así que "chinica - chana" hasta arriba y apretando los dientes.
Preciosa vista, los pelos de punta de pensar que un "culigordo" como yo estaba subiendo semejante puerto y los nervios a flor de piel por llegar a meta y levantar (internamente) los brazos por haberme ganado a mí mismo una vez más.
La única foto que tengo mía, boca abierta para que entrara bien de oxígeno y deseando llegar. Santi corre! que quiero entrar juntos en meta!.
El tramo más subrrealista estaba por llegar, giramos a izquierda y de pronto un trozo totalmente descarnado donde no quedan más webs que bajarse de la montura y caminar con ella al hombro si no te quieres matar (los de btt pasaban perfectamente, como es obvio), la imagen de tebeo, alguno dijo que eso era épico, yo... me reservo la opinión.
Y por fin la meta, mono que había llegado una hora antes estaba más fresco que una rosa y contento de su tiempo (es un fuera de serie), kenny había cometido la locura de subir hasta donde el viento rondaba los 120 km/h (es un loco jajaja), kike nos había sacado unos minutillos que le dieron para reirse un ratico y nosotros más contentos que chupilla de haber terminado el sufrimiento y haber conseguido un logro más. Siiiii!.
Foto de rigor antes de comer con muchas muchas ganas de comer y bajar para casa a darnos un baño a la piscina. No... nadie cantó una jota aunque pudiera parecerlo.
La semana terminó de la mejor manera que podía haberlo hecho, de punta a punta de España y disfrutando de lo mejor del mundo, pero eso... es otra historia.
Un abrazo
Toño
No hay comentarios:
Publicar un comentario