lunes, 28 de mayo de 2012

Una alegría: ciclismo del bueno



Sábado 26 de Mayo, Graus 8 a.m y el sonido de las calas en el camping se hacía notar. Cada uno tomábamos nuestra montura y nos disponíamos a tratar uno tras otro los kilómetros que componían la XII edición de la marcha Puertos de Ribagorza. Millones de cosas se me pasaban por la cabeza, ¿podré?, ¿me aguantará la cadera?, ¿correré la corta o la larga?... nada dentro de mí me empujaba a terminar bien el día y sin embargo todos los que me rodeaban estaban seguro de ello. Decidídamente me falta fuerza mental o realmente tengo buenos amigos. Creo que es un poco de las dos.

Atrás dejaba una semana y media de bajón mirando como el hematoma de la cadera no disminuía y cómo me molestaba a cada paso. El entrenamiento suave y paulatino me hacía quitarme de la cabeza el descarte que hice en el anterior post donde decía que sería el tercer año consecutivo sin poder correr la marcha y las mejores sensaciones, forzando poco a poco hacia el final de semana me medio aseguraban que la cadera aguantaría, mientras que el "mieditis" por el semi - parón de entrenamiento y la kilometrada que me esperaba afloraba dentro de mí.




8,30 a.m y comenzábamos a pedalear, a 800m de la salida la bolsa de herramientas de mi sillín decide desprenderse contra mi rueda trasera haciéndome parar a mí y a mis compañeros, adelantándonos todo hijo de vecino, motos, coche de cierre y ambulancias. Vamos... un poco lo que se dice "salir en el furgón de cola" pero en el amplio sentido de la frase.



Poco a poco Kike ponía su ritmo, Julio se acoplaba a su rueda e ibamos en busca de Félix que nos acompañaría en toda la marcha. Poco a poco adelantábamos a gente y la mañana se mostraba calurosa, mi cadera molestaba pero no dolía y yo trataba de olvidarme y centrarme en pedalear. Quedaban muchos kilómetros. En ningún momento me olvidé que podía retirarme en Graus o hacer la marcha corta, aunque a veces hago gala de poco cerebro de vez en cuando me entra la cordura.

Pocos momentos había para respirar, pero los pocos que hubo pude fijarme en que el recorrido es uno de los más bonitos que he visto en mi vida. Realmente vale la pena hacer esta marcha tan sólo por disfrutar del paraje. Laguarres pasó duro pero mantenido (los primeros kilómetros no me hacen tanto daño como los últimos) y La Canal (parte nueva de este año) también estuvo bastante bien.

Mi calvario comenzó un poquito antes de la subida a La Espina. Ya comenzaba a notar el cansancio y pese a que comí reguladamente (aunque aún he de aprender más... Nunca dejaré de ser globero) no me sentó como debiera. Eso, y quizá todo lo demás que arrastraba (excusas varias que podría poner aquí) hicieron que me viniera abajo como nunca antes me había pasado. Todos a una vinieron a visitarme durante la subida al puerto: el pajarón, el hombre del mazo, la pajarraca...



El calor era insufrible y el cansancio hacía que no pudiera ni con mi alma. En más de una ocasión pensé en quedarme solo y más tarde en retirarme, no podía ni con mi alma. Sin embargo, ni a uno solo de los compañeros que iban a mi lado se les ocurrió darme de lado. Félix y Kike se turnaban para empujare (sí, sí, empujarme... porque no podía ni con las pestañas y no me avergüenza decirlo) y más tarde Kike hizo que terminara el puerto ayudándome con sus ánimos y sus empujones (que grande!). Agus y Cristian también me echaron una mano en lo que pudieron y Julio que resurgió en los segundos cien kilómetrosde la marcha no se separó de mí en ningún momento, mientras Jose, un fuera de serie del Club se quedaba con nosotros por si podía echar una mano.

Para mí, que soy único para no dejarme ayudar fue un momento malo. No es que sea orgulloso es que no me gusta "molestar" al resto, pero al final fue bonito. Es increible ver que un montón de compañeros, en una cicloturista donde la gente esprinta para hacer el puesto 1456 "pierden" tiempo para que tu termines. Eso es lo que yo llamo ciclismo de verdad. Sin más. Gracias a todos.

Finalmente llegué al avituallamiento de arriba y cayeron dos vasos de cocacola, uno de acuarius, dos platanos y un pastel de manzana mientras bajaba. Lo justo para recuperarme y coger de nuevo la rueda de mis compañeros que hicieron una bajada por el congosto de Ventamillo de cine. Pasamos a tres grandes grupos y todo el mundo se nos ponía a rueda. Pese al miedo por no poder aguantar bajé todo el congosto medio llorando de la emoción por saber que iba a terminar. El sentimiento de superación personal era increible.

Ya en meta no pude más que dar las gracias a todos, en especial a Kike, si no llega a ser por él no me habría montado en la bici y a día de hoy no habría terminado una de las marchas más bonitas que he hecho en mi vida, tanto por paisaje como por amistad.

Hoy con 38 de fiebre con una faringitis de caballo (tanto jadeo subiendo pasa factura snif!) no puedo nada más que estar orgulloso de mí y de aquellos que me acompañaron, fue una mañana estupenda.



Muchas gracias a todos.

Toño

2 comentarios:

  1. Hace ya casi dos años empecé con eso del cicloturismo pero abriendo mi propio camino. Mi aventura se llama Bicycle Routes 305 - Decubriendo la Florida y se ha convertido en el único blog en españos sobre el "Sunshine State" en cuanto a historia, fotografía, paisajes, animales salvajes, playas... Y sin ser una agencia turística!

    Puedes visitarme y dejarme algún comentario con tus impresiones!

    www.bicycleroutes305.com

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  2. Muchas gracias por tu comentario, sin duda le echaré un ojo un saludo!

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