lunes, 22 de junio de 2015

Quebrantahuesos 2015: la cara y la cruz


Hola a todos,

Antes de nada agradecer la foto de Ane que figura en la entrada de hoy (Ane Gabiria o Ane Bizimartxak en Facebook). Una excelente fotógrafa que nos regala su trabajo en cada cicloturista a la que vamos.

Este año era especial, había entrenado muchísimo (o al menos un poco mejor) e iba a probar por primera vez lo que era salir "de donde los buenos" (o los menos malos, según se mire), ya que tenía cajón de salida por debajo de 7h30min. Esta vez me acompañaban varios compañeros y amigos: Félix, Cesar y Santi que salieron a la vez que yo y Jose y Pedro que salían un poco por detrás y ya nos cogerían, como así fue llegando a Castiello.

No.. contra todo pronóstico no salimos de cajón, pero eso es otra historia que será contada otro día jajajajaja.

El día pintaba genial, ni frío ni calor, sin mucho viento (salvo algo de cara subiendo Somport) y las pilas cargadas a tope. Las risas de todos los años, los nervios de todos los años, el sueño de todos los años y la concentración como siempre, máxima, seriedad y preocupación, "seré capaz?"... la Quebrantahuesos es una prueba que pone a prueba mis nervios y este año no iba a ser menos.

El resumen es rápido, sufrí como un perro, bajé mi tiempo, conseguí mi sueño y lo compartí con aquellos que me han ayudado durante todos estos años a llegar a ser lo que soy encima de la bici. A todos les "jode" que les de las gracias, porque para ellos no han hecho nada, se divierten con lo que hacen y encima me enseñan el mejor de los valores: la amistad. Si puedo considerarme ciclista no es por el tiempo que haga al cruzar la meta en Sabiñánigo, sino porque aquellos con los que comparto kilómetros han hecho de un tío con las patas gordas "que nunca llegará a andar encima de la bici", alguien que se lo pasa como un enano (valga la redundancia de alguien que mide 1,69m) encima de las dos ruedas.

Como ya os lo he dicho a todos, gracias a todos los que año tras año me habéis apoyado y aguantado durante kilómetros y kilómetros. Sois los mejores amigos que uno podría desear sobre la bicicleta (y fuera de ella). Me siento muy orgulloso de teneros como compañero y como amigo.

Sin embargo el día no iba a terminar bien. Nada más pasar meta Pedro y yo nos enterábamos que Santi y compañía no habían pasado de Somport. Pronto nos temimos que algo grave había pasado ya que no teníamos noticias y el tiempo pasaba, así que una vez que todos estábamos juntos nos decidimos a ir a incidencias de carrera. Efectivamente había habido un accidente y Santi había dado con sus huesos en el suelo.

Los detalles de la caída, las fotos y los chistes de durante y después (que los hubo, los hay y los habrá) dejaremos que los cuente él mismo en el facebook. Gracias al de arriba parece ser que es menos de lo que aparentaba en un principio y hace unas horas lo hemos visto cenar por sí mismo en el hospital y con otra carica, ya que no tienen que operarlo y probablemente en unos días esté en casa.

La verdad es que siempre que ocurre algo de esto a alguien conocido duele, pero cuando es a un amigo y a una buena persona como lo es Santi, duele doblemente. Menos mal que tiene más moral que el alcoyano y aunque la procesión irá por dentro, se empeña en hacer que todos nosotros veamos que está bien y no nos preocupemos demasiado.

Pronto estará de vuelta sobre la bici, así que vayamos preparándonos ya. Grande Santi!.

Con todo esto quedan pendientes varias cosas para el año que viene, así que me temo que habrá que seguir dando pedales.

Y como no... no podía terminar sin darte las gracias a ti, a quien me aguanta en el día a día, quien soporta mis sueños y mis nervios. A ti, gracias, desde lo más profundo, porque sin ti no hubiera sido posible.

Un abrazo a todos.

Un año más, reto conseguido.

Toño


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