Hola a todos,
Tras casi dar por perdida la temporada de esqui este año, al final he conseguido subir a Cerler a disfrutar de un fin de semana de deporte blanco en estado puro. Mucho sol, muchísimo viento y la nieve como me gusta a mi polvo - dura (aunque este año había más bien poquita) han hecho que me quede con ganas de más y más. Qué se le va a hacer, con un canto en los dientes me puedo dar de haber disfrutado como un enano los dos días que me he puesto los esquís.
Subir a Cerler para mí es especial, y más conseguir esquiar por unas pistas que eran la delicia de una persona muy especial para mí, que descansa justo en la salida del telesilla del Cogulla, pista que admiraba como a la que más (es la foto que podéis ver abajo). Este año bajo la atenta supervisión y trato super cariñoso de los monitores de la escuela Cerler Castanesa cuyo "gran jefe" era considerado mucho más que un hermano por quien os hablo.
Bajar el Cogulla para mi significa recordarle, aunque otras tantas veces me enfade literalmente con él por haber hecho cosas que se escapan a mi entendimiento, otras muchas echo en falta esa forma de ser que hacía que todo el mundo dijera... es especial y único y esbozara una sonrisa.
Para mí Cerler siempre será él.
Un abrazo a todos y buen comienzo de semana.
Toño
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