lunes, 23 de enero de 2012

Del negro al blanco


Hola a todos,

Hoy no va de ciclismo. Va más bien de la vida y de los sentimientos que me invaden al terminar el día de hoy.  La verdad que todo se ha cruzado desde el punto de la mañana, será porque es lunes, porque hay crisis, porque tocaba, porque lo ponía en mi zodíaco o porque ha comenzado el año del dragón en China... pero nada ha salido como tenía que salir.

No voy a entrar en detalles, que al lector que no me conoce personalmente le aburran, y al que me conoce ya estará cansado de escuchar. Más bien me centraré en comentar cómo ha terminado el día, con los dos pies vendados, ya que me he dejado la piel de ambos literalmente en el tatami, como cuando era un púber y comenzaba a entrenar kumite (o combate para los profanos), teniendo que plantearme la vuelta a casa en chanclas (al final el pudor ha podido más), e imitando de manera más que desastrosa a mi querido Chiquito de la Calzada.

Hace casi un mes volvía a casa pensando que no valía para nada sin un rasguño tras un entrenamiento y hoy vuelvo magullado hasta arriba recordando que no soy tan viejo ni estoy tan acabado como creía. La verdad que nosotros somos nuestros propios verdugos en muchas ocasiones y tenemos que aprender a juzgarnos un poquito menos y a querernos un poquillo más, quizá el punto bueno no esté en el blanco ni en el negro, si no en saber qué escala de gris es la correcta.

Hoy no me puedo mover, pero estoy contento, pese a los dos gelocatiles que me he tenido que tomar por la jaqueca debida al estrés y a parecer una momia en lo que a los pies se refiere, me voy a la cama pensando que el deber está cumplido, y no hablo del deporte, sino de la vida.

Un abrazo a todos.

Toño

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