miércoles, 29 de diciembre de 2010

Maldición

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..Y Dios creó al hombre y vió que era bueno...

Sin embargo el hombre cometió uno de los mayores pecados posibles, intentar cambiar sus piernas por dos ruedas, ganando en agilidad, velocidad, y divertimento, en pocas palabras disfrutando de todo lo que le convertía ser un híbrido entre máquina y hombre.

Cierto es que el período de adaptación y entrenamiento que debía llevar para hacer de aquellas dos ruedas un "uno" con su cuerpo resultaba duro en algunos momentos e incluso tuvo ganas en aguna ocasión de tirar la toalla, pero aquella sensación de libertad que sólo sentía cuando hacía girar a las más altas revoluciones aquellas nuevas extensiones de su cuerpo, hacía que valiese la pena cualquier cansancio, pereza o dolor experimentado.

Y Dios, malhumorado por el desprecio del hombre a aquellas dos piernas que le había dado en un principio, lo maldijo de la manera que más hondo podía hacerle sentir el peso de su castigo. Le condenó con seis meses de frío al año, de tardes cortas, donde la luz se marchaba pronto y las lluvias eran abundantes, seis meses en los que al hombre, si quería conservar su entrenamiento y disfrutar de sus dos ruedas durante la segunda mitad del año debía subirse en aquel potro de tortura que Dios en contrapartida por su castigo le había regalado.

Condenado durante aquellos días en los que el invierno mostraba su crudeza, a la soledad de un cuarto, a la compañía de una música y sin más divertimento que el de ver los pedales dar vueltas, mientras la rueda trasera giraba en el ....RODILLO!!!!!!

No obstante... Valía la pena.

Un abrazo a todos.

Toño

P.D: maldito potro de tortura!!!


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