jueves, 17 de junio de 2010

Hay un angel más en el cielo



Hola a todos,

Hoy no toca hablar de entrenos, pese a que hemos hecho el último antes de la carrera del sábado, hoy me toca dedicar la entrada del blog a mi sobrina Lucía, que hoy nos ha dejado para cruzar la delgada línea que nos separa del otro mundo.

Tras 11 años luchando contra una Leucodistrofia Metacromática, como dice mi primo Pablo, por fin podrá descansar en paz. Es curioso aquello que nos une a las personas y es que desde que nació esa niña era especial y en gran medida, porque ha conseguido sacar toda aquella bondad de los seres humanos que en algún momento han pasado por su vida.

Puede que no fuera como nosotros, puede que mucha gente volviera la cara al verla, pero el sólo hecho de ver el amor que la rodeaba y el cariño que le profesaban aquellos que compartían su vida valía le pena para pensar que si hay algo que trasciende en esta vida es lo que hacemos por los demás.

Por eso, hoy sólo me queda dedicar estas líneas a mi sobrina y a todos aquellos que la han querido, en especial a sus padres, abuelos y tios, porque estoy seguro que sin ellos no habría sido lo que ha sido durante estos 11 años, una persona que radiaba cariño.

Un abrazo a todos

Un beso a mi sobrina.

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