Hola a todos,
He aprovechado una foto algo antigua para
volver a escribir aquí, ya que hacía tiempo que no escribía debido a
compromisos profesionales que me tienen más bien apartado del mundo informático
para labores de "asueto". Bueno sin excusas, que ya soy muy mayor, la
verdad es que he encontrado un tema por el que me apetece mucho escribir, así
que allí va.
Hace no mucho tiempo alguien me dijo una
serie de cosas que me llenaron de orgullo como persona, esto que para alguien
que generalmente no tiene la autoestima muy alta (por defecto), es un bidón de
gasolina que empuja a seguir adelante.
No se si ahora mismo, este de quien hablo
podrá leer esta página, pero me gustaría al menos poder devolverle alguna de
las sonrisas que el provocó ya que se que está pasando por un momentillo algo
delicado, que estoy seguro que pasará tan rápido como llegó.
La verdad es que es de esas personas que
"te llaman" cuando las conoces. Siempre encima de la bici con una
sonrisa, dispuesto a ayudar, a dar relevos, a enseñar y a hacerte la peor de
las rutas, la más entretenida, porque otra cosa no... pero gustarle "el
barro", le gustaba más que a nadie. Es de esos ciclistas que ves que lo
lleva dentro y que cuanto mayor es el esfuerzo y el cansancio, más se entregan.
Recuerdo la primera "alargada"
que hice, atreviéndome a ir con "los buenos", con "los que andan
y se machacan", me temblaba todo, pensando que tendrían que conectarme un
balón de oxígeno al llegar a casa... Y él me miró y me dijo... "hoy vamos
a sufrir de lo lindo" partiéndose la caja... yo me quedé helado y pensé
"será cabr...!", no obstante me enseñó que no hay que tener miedo a
nada encima de la bici, si no tan sólo afrontarlo tal y como llega... Un rato
después estaba yo subiendo Castejón empujado por dos compañeros porque mis
piernas no daban más de sí.
Y poco a poco fui descubriendo que su
actitud en la bici era muy parecida a la que tenía fuera de ella, y eso que
apenas he tenido la oportunidad de conocer una pequeña parte, no obstante, creo
que es alguien fácil de conocer.
Pues nada, no me deshago más en halagos,
que podría estar hasta mañana... y deseo que este bache no sea más que una
piedra en el camino, que sigas disfrutando de la bici y de la vida como sabes,
siempre con una sonrisa y que nos hagas partícipes a los demás de tu fuerza y
tu alegría, porque para nosotros es un auténtico lujo.
Aprovecho también para mandar un abrazo a
todos los compañeros del Club que están algo pochos o recuperándose físicamente
de diversas cosas, para que tengan fuerza e ilusión en que pronto pedalearemos
juntos.
Un abrazo a todos y ánimo Julián.
Toño
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