Pocas veces uno puede presumir de algo.
Hace cinco años que formo parte de un Club de ciclismo que me ha dado muchísimas alegrías pero que sobretodo y además de a ser ciclista, me ha enseñado el significado de la palabra amistad.
No soy una persona de muchos amigos, no es que sea un borde, si no que los tengo contados con los dedos y muy buenos. Sin embargo, por diversas cuestiones no están todo lo cerca que a mí me gustaría tenerlos, lo que no merma en nada nuestra amistad.
Hoy es un día importante y para quitarme los nervios he decidido salir un poco en bicicleta. Después de una pequeña broma anoche, a la que reaccioné llevándome por el estress y los nervios vividos los últimos días, de manera algo negativa, propia de alguien que durante muchos años ha sufrido las risas y mofas de compañeros de colegio y demás (por lo cual les pido perdón desde lo más profundo de mi corazón), hoy me han dado la mayor sorpresa de mi vida.
Mis amigos estaban esperándome para acompañarme hasta la hora de comer en un paseo que me lo guardo para siempre en mi corazón y en mi retina. No tengo palabras para agradecer lo que han hecho por mí, puede que sólo haya sido cambiarme, pitarme, ponerme un cartel o arrancar de mí una sonrisa. Pero con lo que me quedo es con que hay gente dispuesta a hacer algo para que yo esté bien y me divierta. Puede que a alguno le resulte normal, o habitual, pero para alguien que no está acostumbrado a recibir cosas buenas, es algo que no se puede expresar con palabras.
Me he puesto romanticón por wasap y me han echado, y he intentado decirles algo de palabra pero se me cortaba la voz. No tengo manera de decir ni expresar mejor lo que significan estas personas para mí, tan sólo puedo decir que los quiero, que son mis amigos y que espero que lo sean por mucho tiempo (hasta que ellos quieran).
Gracias por todo chicos. Nunca imaginé sentirme tan bien.
P.D: no, la bici no se vende
Toño
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