Buenas noches a todos,
Tercer días consecutivo pedaleando, 280km en tres días y un dolor de patas considerable debido al cariñoso cierzo que no se nos ha separado ni un momento, han acabado por dejarme para el arrastre camino de la cama, para encarar de nuevo una semana de trabajo. Y es que en estos tiempos el decir que tienes trabajo es un milagro, a ver si Dios quiere que dure...
El bajón moral, considerable. Quizá el cansancio, la fiebre del otro día, la vuelta a la realidad del curro o las cosas que han ido pasando estos días en las salidas han terminado por alimentar la dejadez de un día que termina pensando que en ocasiones el ser humano es jodidamente gruñón. Y ya, cuando nos juntamos varios seres humanos con un objetivo común, es complicado que el gruñido no sea perceptible a kilómetros.
Sigo pensando que el ciclista de verdad es aquel que es capaz de llevar consigo el buen hacer de todo deportista, que sea cual sea su nivel, cumple con aquellas normas no escritas que nos diferencian de los animales y que ayudan a las juventudes venideras a saber cómo deben actuar ante ciertas circunstancias. Así por ejemplo, el esquiador nunca parará en mitad de una pista, el karateka nunca golpeará en un entrenamiento más allá del toque, el nadador sabrá ir "a pies" sin molestar... , del ciclista no diré nada, pues seguro que al lector se le ocurren o conoce más de un par de acciones que no se deben hacer. Queda pues en la conciencia y en la moral de cada uno el cómo actuar. No olvidemos que si de algo debemos enorgullecernos es de practicar deporte para divertirnos, pero sobretodo para ser mejores.
Un abrazo a todos y buen comienzo de semana.
Toño