lunes, 9 de noviembre de 2020

La cara oculta de la luna

 


Vivimos en un mundo en el que sólo se puede posturear y demostrar lo feliz que se es aunque esto diste muy mucho de la realidad.

Qué fácil es mostrar cuánto viajamos, qué bien lo pasamos y cómo sonreímos en los buenos momentos... aunque no sean buenos... aunque por detrás no haya nada que los sostenga y aún más, cuando detrás no hay más que oscuridad y tristeza.

Cuánto nos gusta "competir por la felicidad" y cuánto criticamos a aquel que nos da una dosis de realidad y nos recuerda que en la vida hay sorbos buenos y sorbos no tan buenos. "Siempre negativo", "no sabes ver lo bueno de la vida", "has de intentar ser feliz"...

Desde mi humilde opinión, aquel que recibe de un amigo un comentario "triste" sobre su vida, debería sentirse un afortunado, ya que la otra persona le está abriendo la puerta de su corazón, compartiendo el lado menos amable de su vida, bien buscando consejo, compañía o simplemente "compartir" algo que inherentemente nos guardamos para nosotros mismos o sólo para aquellos que son nuestros más queridos.

Esa persona que se nos abre nos está haciendo importantes, nos está demostrando que somos alguien cercano, alguien en quien confía y sobretodo alguien que le ayuda a pasar sus momentos no tan dulces. Podemos ayudarlo, ponernos en su piel, calmarlo o simplemente escucharlo... seguramente sólo con estar ahí será más que suficiente.

Yo personalmente cuando me pregunta alguien no cercano qué tal siempre respondo "bien, todo bien" y ahí se corta la pregunta y la respuesta.

Así que cuando alguien os muestre su cara oculta, no lo regañéis, pensad que os está poniendo en un lugar que no todos merecen y solamente por eso, ya debería causaros cariño

Un abrazo

Toño

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