lunes, 8 de abril de 2013

Buscando sensaciones


Shotokan - KarateDo.
 
Eso es lo que pone en mi cinturón de Karate tal cual está fotografiado arriba.
 
Hoy ha sido uno de esos días que te hacen recordar porqué te gusta aquello que te gusta. Desde los 4 años llevo practicando Karate (con un parón de 4 o 5 años por una lesión que creo que ya he contado en alguna ocasión y por mis posteriores estudios).
 
Muchos días acudes al gimnasio a entrenar, otros a sudar, a olvidarte de lo malo, a ver si todavía eres rápido, a ver si aguantas los golpes, si los esquivas o si eres capaz de no dejarte ni una sola flexión con los puños. Hoy mi Maestro de toda la vida, Fernando Rosuero (también, de niño, he entrenado con otros que han aprendido de él su arte marcial), nos ha dado una clase de aquellas que te hacen fijarte en los pequeños detalles que pasan desapercibidos.
 
"Teneis que buscar sensaciones, y aquel que las tenga, buscar mejores sensaciones que las que ya teneis. Entrenad más profundamente y sentid todo lo que hacéis"
 
Cualquiera que observara por un agujero la clase de hoy, llena de cinturones negros (algún primer kyu por ahí había también), terceros, segundos y primeros danes, pensaría que mi Maestro se había vuelto loco explicando cómo se hacía correctamente un ejercicio de gyaku tsuki chudan desde heiko dachi y se recreaba en cada detalle, desde los dedos de los pies hasta los kentos (nudillos).
 
"Puede parecer una tontería, pero cuando las cosas son importantes, dejan de ser tonterías".
 
Este ejercicio puede que fuera de los primeros que aprendí en Agustinos cuando entrenaba hace más de 29 años con Mariano Burillo y aún hoy, después de escuchar las explicaciones de mi Maestro, he encontrado que había cosas en las que me podía concentrar para mejorar. Cosas que cualquier otro día, con las cien/mil repeticiones que hacemos, se me habrían pasado por alto.
 
Todo esto no es palabrería, ni siquiera peloteo. Es una manera de decir que después de 29 años, con unos 24 años de Karate a mis espaldas, todavía puedo sentir que el Karate me hace sentirme mejor conmigo mismo, con aquello que me rodea, con los que comparto entrenamiento y con los que veré después de él. El Karate es algo más, es un arte, en toda la dimensión de la palabra... y desde luego aquel que nos lo enseña tiene mucho Karate dentro.
 
Por eso aunque el ciclismo es uno de los deportes que más me gusta... el Karate es mi deporte, y cuando pongo "mi" me refiero a eso... a algo que yo intento generar.
 
Buenas noches a todos.
 
Disfrutad de la semana.
 
Oss
 
 



8 comentarios:

  1. Muy cierto. Después del ambiente de crispación previo que había por todo el tema de la Feceración, nos ha hecho buscarnos en nuestro interior. Si, ha sacado algo mágico.

    Una clase mística, de las mejores en los dos años que llevo con vosotros.

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    1. Desde luego que si Fer.

      Sería increible que tal y como se habló ayer el tiempo pasado vivido en la Fede, fuera eso, pasado. Y todo comenzara de nuevo con aires renovados.

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  2. Que envidia me dais!!! Como se agradecen esas clases en las que entrenas cuerpo y alma...

    Saludos desde el otro lado del charco, karatecas!!

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    1. Juan cuanto te echamos de menos! no sabes las veces que te nombramos!!! cuidate mucho. Un abrazo

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  3. Un saludo desde la France tb, me han venido muy buenos recuerdos al leer esta entrada :)

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    1. Hey Jorge!!!!!! como estás??? a tí también te echamos mucho de menos!. Algún día que vuelvas avisa y pásate que lo pasaremos genial. Un abrazo

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  4. Como sigas escribiendo entradas como ésta vas a conseguir que vuelva a entrenar. Yo también he estado en clases de este estilo y son las que dan a un profesor la categoría de Maestro. Un abrazo.

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  5. Deseando estamos de verte! así que ya sabes dónde estamos y cuánto te echamos en falta!

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